Con una estatura de 6 pies, un bronceado directo de la playa e intensa concentración, Brittany Hochevar parece intimidante… hasta que saca esa sonrisa de oreja a oreja.
Antes de jugar al vóleibol de playa, Brittany comenzó a jugar vóleibol de salón en la Universidad Estatal de Long Beach y siguió jugando en el Equipo Nacional Femenil de EE. UU. del 2002 al 2004. Ahora es tetracampeona de la Asociación de Profesionales del Vóleibol (AVP), tiene un estudio de pilates, y está compitiendo para EE. UU. en el Tour Mundial de la FIVB (Federación Internacional de Vóleibol).
Pero Brittany es más que una feroz competidora. Más allá de sus logros en la cancha, tiene mucho para compartir sobre la perseverancia, la familia y la tradición. Tuvimos la oportunidad de entrevistarla después de su aparición principal en la Conferencia EN VIVO 2019, donde presentó la colaboración de Juice Plus+ con USA Volleyball. Comenzó diciendo esto:
“Me encanta la idea de que Juice Plus+ ayude a alimentar lo que es posible y lo que es posible es la excelencia”. Continuó añadiendo: “Eso probablemente hará que llore”.
Nosotros también, Brittany.
Eso inició una conversación de 3 horas que continuó durante el almuerzo (una ensalada con una guarnición de papas fritas, en el caso de que tuvieras la curiosidad). Hablamos de su entrenamiento, sus compañeros de equipo, sus metas. Todo desde su nuevo Tower Garden hasta su sueño de comenzar una familia. Esto es lo que tenía para decir.
Cree en el poder curativo de la buena nutrición.
En el 2008, una lesión en la espalda amenazó con interrumpir su carrera.
“Hubo un tiempo cuando asumí más responsabilidad en mi vida adulta”, dijo Brittany. “La lesión reveló parte de eso. Al entender cómo me sentía y madurar, cómo estaba ocupando mi cuerpo, asumí más responsabilidad de eso”.
Regresó con una nueva conciencia de su cuerpo y de cómo la nutrición desempeña una función en la recuperación y la conservación.
“No es solo consumo. Es sanación... Y hay cosas muy específicas que quiero hacer cada vez que me siento a comer. Así es como sano. Abordar los alimentos desde ese punto de observación cambió mucho las cosas para mí”.
Ahora más que nunca cree que su cuerpo es su asunto. “Todo lo que hago es por esa meta de obtener la medalla de oro olímpica y excelencia”.
También ha experimentado el poder impulsor de la buena nutrición.
Ya sea que el entrenamiento sea parte de tu carrera o no, todos tenemos un punto de referencia; el combustible mínimo que sabes que necesitas para funcionar.
“Tal como sucede con el entrenamiento, hay que dedicarle el mismo tiempo a la alimentación. Quieres funcionar con combustible de primera calidad”.
Para ponerlo en perspectiva, Brittany está en la arena 4 veces por semana, en el gimnasio 3 veces por semana y en su estudio de Pilates 2 veces por semana. Con entrenamientos que duran entre 50 y 90 minutos, eso suma un total de aproximadamente 20 horas a la semana de quemar calorías y desarrollar músculo.
“Es difícil comer todo lo que necesito como atleta. Se vuelve agotador para mí… muchas frutas enteras, vegetales, alimentos integrales que puedo consumir, especialmente cuando estoy en movimiento —descubro que hay más fuerza, hay más poder”.
“Tenemos un poco más de un año para llegar a Tokio”, nos dijo Brittany, con brillo en su mirada.
A medida que se desarrolla el impulso, también lo hace la importancia de la buena nutrición.
Está jugando un largo juego.
Mientras la carrera de Brittany en el vóleibol alcanza su pico, está comenzando a pensar en su “vida después del vóleibol”. Para ella, la aventura personal nunca se detiene y parte de eso es encontrar maneras de tener un impacto en la siguiente generación de atletas.
“Hay algo en el arte de hacer algo tanto tiempo… que comienzas a verle capas”.
Y no pasa solamente en el vóleibol. Para ella, la esencia de los alimentos y la nutrición también es la familia. Conocida como la tía B. para sus sobrinos, resplandecía cuando hablaba sobre sus sueños de comenzar su propia familia y transmitirle sus buenos hábitos de nutrición.
“Esa es la esencia de los alimentos”, expresó. “No podemos escaparnos de los alimentos como del amor. Se trata de estar conformes, estar juntos y ser agradecidos. Es importante saber de dónde vienen nuestros alimentos”.
Pero hasta los atletas profesionales tienen momentos en que les entra la inseguridad.
“No quiero decir que me guste el fracaso, pero soy consciente de lo que trae… El fracaso es un excelente campo de pruebas… Si nunca fallas, entonces nunca aprendes. Y, cuando tienes más conocimiento, lo haces mejor”.
